Salía de su casa, tomaba el camino "nuevo" o avenida Almirante Brown y llegaba hasta el Arsenal de Marina, en la Vuelta de Rocha. Lo hacía a caballo y recorría la ribera del Riachuelo, donde estaban las barracas, llenas de cuero para exportar.
Después de la paz con el Brasil, el Almirante Brown, que nunca intervino en acciones de guerra civil, se dedicó al cuidado de su quinta, pero el bloqueo anglo-francés lo puso de nuevo al frente de la Escuadra. Brown cultivaba verduras y frutales y lo hacía personalmente.
En 1812 el Almirante Guillermo Brown adquirió una extensión de terreno cercano al Riachuelo en Barracas y la Boca actual, al padre José Ramón Grela. Allí establecería una quinta y construiría la casa que sería su hogar.

Entonces Brown le contestó que para él no valían honores y distinciones cuando todo terminaba en seis pies de tierra.
En ésa su casa, falleció el 3 de marzo de 1857.
Buenos Aires y la Confederación le rindieron honores a pesar de estar entre ambas en guerra.
Este solar ha sido llamado por la tradición "Casa Amarilla" y se dice que dio nombre a toda la zona.
Hacia 1975 la Comisión de Homenaje del Bicentenario del Nacimiento del Almirante Brown proyecta la construcción de una réplica de lo que fuera el hogar del Gran Almirante.